El desarrollador salvadoreño Nelson Garay, conocido en el ecosistema como “Ishikawa”, reavivó un debate sensible al afirmar que la adopción de Bitcoin fracasó en El Salvador. Además, según él, la criptomoneda también fracasó en otros lugares que intentaron impulsar su uso en el día a día. La declaración ganó fuerza tras su experiencia reciente en Berlín, una pequeña ciudad salvadoreña que se convirtió en símbolo de una economía circular real basada en BTC.
El desarrollador explicó que detesta la “publicidad falsa”, algo que, según él, domina la narrativa nacional sobre Bitcoin. En sus palabras, la promoción del gobierno no refleja la realidad del país, donde la población ve la moneda digital como algo distante de sus problemas cotidianos. Así, afirma que la adopción real de BTC no avanzó entre las personas comunes, a pesar de los esfuerzos institucionales.
Aun con la crítica, Garay reconoció que la iniciativa comunitaria de Bitcoin Berlín (una región en El Salvador) se convirtió en un modelo global. Señaló que el ambiente construido en la ciudad muestra que la verdadera economía circular depende de la participación directa de los residentes, de la educación continua y de un ecosistema que crece de forma orgánica y local.
Otros participantes compartieron la visión de Garay. Un usuario identificado como Cyberpunk de La Crypta afirmó que Berlín es “una de las economías circulares más fuertes de las Américas”. El centro comunitario de la ciudad, pintado de naranja y con un enorme logo de Bitcoin en las paredes, funciona como espacio de enseñanza y también como sede de la primera conferencia local sobre la criptomoneda.
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Bitcoin fracasó
Durante el festival, miles de personas se reunieron para celebrar la moneda digital pionera. Shows, presentaciones culturales y eventos educativos tomaron la ciudad. Evelyn Lemus, cofundadora de Bitcoin Berlín, afirmó que la comunidad decidió construir “unidad, alegría y libertad” alrededor del proyecto.
Las calles de la ciudad también sirvieron como escenario simbólico: jinetes exhibieron el logo de Bitcoin a caballo como mensaje de autonomía y expresión colectiva. Para Lemus, este tipo de demostración muestra que Bitcoin se convirtió en algo más que una tecnología; se volvió parte de la identidad local.
El festival reunió diversas voces importantes del movimiento salvadoreño. Román Martínez, del proyecto Bitcoin Beach, elogió la energía que tomó fuerza en el país a lo largo de las últimas semanas. Mencionó la realización de Bitcoin Histórico, Adopting Bitcoin, Bitcoin Freedom Fest en Punta Mango y el propio Economía Bitcoin como ejemplos de lo que llamó “una serie increíble de eventos”.
A pesar de la crítica directa al modelo nacional, Garay reconoció que El Salvador sigue siendo el lugar del mundo donde más se vive y se discute Bitcoin. Además, refuerza que la moneda digital puede resolver problemas reales. Pero eso solo ocurre cuando existe interés de la comunidad y cuando la tecnología se adapta a las necesidades de las personas, y no al revés.


