El Bank of America (BoA) ha confirmado oficialmente que está desarrollando su propia stablecoin en Estados Unidos. El anuncio, realizado este miércoles por el CEO Brian Moynihan, marca un giro histórico en la postura del banco frente a los activos digitales.
A comienzos de este año, Moynihan evitaba pronunciarse con firmeza, aunque se mostraba abierto al tema. Sin embargo, en marzo, admitió que la entidad “no tenía más opción que entrar en este mercado”. Ahora, con la validación pública del proyecto, el banco da un paso decisivo hacia el ecosistema cripto al preparar la emisión de una moneda digital estable respaldada por dólares.
Anteriormente, existían rumores sobre una posible colaboración con JPMorgan, pero ese plan no avanzó. Fuentes cercanas al proyecto indican que el BoA podría desarrollar la stablecoin de forma independiente, lo que le permitiría mantener mayor control sobre la tecnología y su estrategia de implementación.
La decisión llega en un momento de creciente interés institucional por los activos digitales. Desde que el expresidente Donald Trump declaró que las stablecoins podrían fortalecer la hegemonía global del dólar, varios bancos han intensificado su exploración en este ámbito.
Bank of America y su stablecoin nativa
La entrada de uno de los bancos más grandes del mundo al mercado de stablecoins representa un punto de inflexión para las finanzas tradicionales. El movimiento valida aún más el papel de las monedas digitales estables como herramientas relevantes dentro del sistema financiero global, al permitir su integración con blockchains públicas y privadas, y al mismo tiempo conectarlas con las infraestructuras bancarias existentes.
Analistas sostienen que la stablecoin del BoA podría tener un impacto directo en las discusiones regulatorias dentro de EE. UU. Hasta ahora, los legisladores han abordado el tema con cautela, pero la participación de un actor de este calibre podría acelerar la elaboración de marcos legales que aporten mayor seguridad jurídica y transparencia.
Aunque aún no se han revelado detalles sobre el nombre, el tipo de respaldo ni la fecha de lanzamiento, el simple hecho de que el banco haya confirmado su desarrollo ya ha generado reacciones tanto entre inversores como entre los organismos reguladores. Se espera que, gracias a su presencia global, el BoA utilice su stablecoin en soluciones de pagos digitales y transferencias internacionales.
Esta iniciativa consolida la tendencia de convergencia entre las finanzas tradicionales (TradFi) y el ecosistema cripto. Instituciones que antes eran reacias ahora buscan liderar un sector que evoluciona con rapidez y que ya mueve billones de dólares y euros a nivel mundial.