El gobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng, advirtió que las stablecoins representan una amenaza para el sistema financiero internacional. Durante su intervención en el Foro Financiero 2025, celebrado en Beijing en la última semana, Gongsheng señaló que estas criptomonedas atentarían contra la soberanía monetaria de los países. Además, acordó que esas monedas podrían utilizarse para financiar actividades ilícitas, incluido el terrorismo.
La declaración se produjo en un momento de creciente debate global sobre la regulación de activos digitales, reforzando la postura histórica de China frente a las criptomonedas. Desde 2021, el país mantiene políticas restrictivas sobre el comercio y la minería de estos activos.
Gongsheng explicó que las stablecoins carecen de los controles básicos que los sistemas financieros tradicionales implementan de manera obligatoria. En particular, mencionó la ausencia de procedimientos de Conocimiento del Cliente (KYC) y de mecanismos contra el Lavado de Dinero (AML). Estas deficiencias, según el gobernador, convierten a las monedas estables en herramientas potenciales para actividades criminales. Además, señaló que la falta de supervisión facilitaría el financiamiento del terrorismo a escala internacional. Sin embargo, no presentó casos específicos que respalden esta vinculación directa.
China mantiene su estrategia de control monetario digital
La postura del Banco Popular de China frente a las stablecoins se enmarca en una estrategia más amplia de control monetario. Desde hace varios años, el país asiático desarrolla su propia moneda digital de banco central. El yuan digital, también conocido como e-CNY, representa la alternativa oficial del gobierno chino a las criptomonedas descentralizadas. Además, este proyecto busca mantener el control estatal sobre el sistema de pagos. Por su parte, las autoridades continúan expandiendo las pruebas piloto de esta moneda digital en diversas ciudades del país.
Las declaraciones de Gongsheng también reflejan una preocupación compartida por diversos bancos centrales a nivel mundial. En los últimos años, instituciones financieras de distintos países manifestaron inquietudes similares sobre las stablecoins. Además, organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco de Pagos Internacionales emitieron advertencias sobre estos activos.
Sin embargo, el debate sobre su regulación continúa dividiendo a la comunidad internacional. Por un lado, algunos países impulsan marcos normativos específicos. Por otro lado, otras jurisdicciones mantienen posturas restrictivas o de prohibición total.

