La historia sobre la reserva estratégica de Bitcoin en Estados Unidos suma hoy un nuevo capítulo. Según publicó la periodista Eleanor Terrett en la red social X, las agencias federales del país tienen como plazo máximo este 7 de abril para declarar sus tenencias de criptomonedas al Departamento del Tesoro.
Originalmente, la fecha límite era el 5 de abril, pero se concedió una prórroga de dos días. A pesar de ello, los informes permanecerán confidenciales, lo que ha generado críticas por parte de la comunidad.
La medida forma parte de una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump el 6 de marzo, que establece la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin. El plan contempla consolidar las más de 200.000 unidades de BTC actualmente en poder del gobierno, según confirmó el asesor presidencial en materia cripto, David Sacks.
Está prevista además una reunión a puerta cerrada en el Departamento del Tesoro con participación de distintas agencias federales para discutir los próximos pasos del proyecto. No obstante, una fuente oficial de la Casa Blanca afirmó que los detalles no se harán públicos.
Críticas por falta de transparencia
La opacidad del proceso ha generado malestar en el sector cripto. Diversos analistas y miembros de la comunidad consideran que, por tratarse de organismos públicos, la información debería estar disponible para la ciudadanía.
También hay expectativas sobre la inclusión de otros activos digitales como XRP, Solana y Cardano, mencionados anteriormente por Trump. El Tesoro, actualmente liderado por Scott Bessent, será quien reciba los reportes, pero no está obligado legalmente a difundirlos.
La extensión del plazo ha levantado sospechas. El cambio de fecha —de viernes a lunes— no fue explicado por las autoridades. A esto se suma la reciente caída del mercado cripto, con el Bitcoin retrocediendo un 3% tras el anuncio de nuevas tarifas comerciales por parte del gobierno.
La orden ejecutiva de marzo exige un inventario completo de los activos digitales en posesión del Estado en un plazo de 30 días. El documento también menciona la necesidad de «reservas estratégicas», pero no aclara cómo se adquirirán nuevas unidades de BTC.
Mientras tanto, el mercado sigue especulando. “Incluir Bitcoin en los balances públicos podría legitimar el activo a nivel global”, opinó un gestor de fondos con sede en Nueva York.
El futuro del plan dependerá de la Casa Blanca. Según asesores cercanos, Trump podría utilizar los datos para aumentar las compras de Bitcoin o simplemente conservar los activos actuales. Las decisiones finales deberían anunciarse antes de mayo.
Hasta entonces, los inversores permanecen atentos. Cualquier filtración de información puede provocar movimientos bruscos en los precios. En este contexto, la paciencia parece ser la mejor estrategia.
