El Salvador ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reducir algunas de sus políticas relacionadas con el uso de Bitcoin, sin embargo, el país mantendrá su postura frente a la criptomoneda y podría incluso aumentar sus compras de la misma.
En 2021, El Salvador adoptó el Bitcoin como moneda de curso legal junto con el dólar estadounidense. Esta medida obligaba a las empresas a aceptar la criptomoneda, siempre y cuando contaran con los medios tecnológicos adecuados. A pesar de la crítica constante del FMI a esta política, El Salvador continuó con su plan y, más recientemente, negoció un préstamo con la institución.
El acuerdo alcanzado el 18 de diciembre de 2024, por un valor de US$ 1,4 mil millones, incluye un compromiso del país de hacer que el uso de Bitcoin sea voluntario en el sector privado. Además, se restringirá el involucramiento del sector público en actividades relacionadas con criptomonedas, como parte de las condiciones para acceder al préstamo.
Bitcoin sigue siendo parte de la estrategia del gobierno
Pese a los cambios legislativos, la estrategia de El Salvador de adquirir y mantener Bitcoin en sus reservas estratégicas no cambiará. Así lo aseguró Stacy Herbert, directora del Bitcoin Office de El Salvador, quien anunció en sus redes sociales que el gobierno continuará comprando BTC «posiblemente a un ritmo acelerado».
El presidente Nayib Bukele, artífice de la ley que convirtió al Bitcoin en moneda legal, ha adquirido regularmente criptomonedas, utilizando estos activos como reservas estratégicas. Según datos de SpotOnChain, la cartera oficial del gobierno de El Salvador posee actualmente más de 5.900 BTC, con un valor aproximado de US$ 579,4 millones.
Desafíos de la adopción en la población
Aunque el presidente Bukele goza de alta popularidad debido a su enfoque en la seguridad y el combate al crimen, las investigaciones sugieren que los ciudadanos de El Salvador siguen siendo en su mayoría indiferentes respecto al uso del Bitcoin. En 2021, el gobierno lanzó la aplicación Chivo, que ofreció a los salvadoreños US$ 30 en Bitcoin de forma gratuita. Sin embargo, la respuesta de la población fue tibia, y las autoridades planean eliminar gradualmente esta iniciativa.
El futuro de la criptomoneda en El Salvador sigue siendo incierto, pero parece claro que el país no está dispuesto a abandonar por completo su enfoque hacia el Bitcoin, a pesar de las presiones externas.