Jon Collins-Black, un empresario estadounidense que amasó su fortuna invirtiendo en Bitcoin, ha dado un giro inesperado a su historia de éxito. Inspirado por su amor por los acertijos y la aventura, escondió cinco cofres en diferentes lugares de Estados Unidos, valorados en un total de entre 2 y 3 millones de dólares. Estos cofres contienen desde piezas históricas hasta un bitcoin físico, con el objetivo de desafiar a los buscadores a descifrar las pistas que él mismo diseñó.
La idea de esta búsqueda surgió durante la pandemia, cuando Collins-Black decidió transformar su pasión por las antigüedades y los acertijos en un evento de alcance nacional. Criado en Carolina del Norte, recordó su infancia explorando bosques y creando juegos basados en historias imaginarias. Años después, la historia del coleccionista Forrest Fenn, quien escondió un tesoro en las Montañas Rocosas, lo motivó a emprender un proyecto similar, aunque con un enfoque más inclusivo y moderno.
El contenido de los cofres incluye objetos singulares como un Casascius Bitcoin —el primer bitcoin físico creado—, una esmeralda colombiana, una tarjeta Pokémon rara, artefactos de naufragios históricos y una copa que perteneció a George Washington.
Cómo participar en la búsqueda
Los tesoros están distribuidos en diferentes estados de Estados Unidos, con la condición de que no haya más de uno por estado. Collins-Black aseguró que ninguno está enterrado ni en lugares inaccesibles o privados. Las pistas para encontrarlos se encuentran en su libro There’s Treasure Inside, que combina acertijos y juegos diseñados para estimular la lógica y la creatividad.
“Cualquier persona puede participar, no es necesario ser un genio para resolver los acertijos, pero requiere paciencia y atención al detalle”, explicó el autor. Además, adelantó que en caso de que los cofres no sean encontrados en un plazo de ocho a diez años, liberará pistas adicionales para facilitar el proceso.
Un desafío con final garantizado
A diferencia de búsquedas de tesoros anteriores, que a menudo quedan envueltas en misterio incluso después de décadas, Collins-Black asegura que su intención es que los cofres sean encontrados y celebrados en vida. “Quiero compartir la emoción del descubrimiento con quienes se atrevan a aceptar el desafío”, afirmó.
La búsqueda comenzó oficialmente el 12 de noviembre, coincidiendo con la publicación del libro. Ahora, aventureros de todo el país se preparan para descifrar las pistas y descubrir si tienen lo necesario para encontrar estos tesoros escondidos.