Un hacker que supuestamente había robado cerca de $20 millones en criptoactivos del gobierno de los Estados Unidos devolvió aproximadamente $19 millones a la dirección comprometida del gobierno.
La transacción incluyó la devolución de 2,408 ETH y 13.19 millones de aUSDC, según informó el investigador de blockchain ZachXBT. Sin embargo, la devolución no consideró posibles montos transferidos a exchanges de criptomonedas como Switchain o HitBTC.
El robo ocurrió cuando una cartera digital, supuestamente controlada por las autoridades estadounidenses, fue hackeada el pasado jueves. Esta cartera almacenaba fondos de criptomonedas previamente confiscados en operaciones relacionadas con el notorio hackeo de Bitfinex, uno de los mayores casos de violación de seguridad en exchanges de criptoactivos.
De acuerdo con la empresa de análisis Arkham Intelligence, el hacker logró acceder y transferir una variedad de criptoactivos, incluidos stablecoins como aUSDC, USDT y USDC, además de Ethereum (ETH).
Después de infiltrarse en la cartera gubernamental, el hacker trasladó las criptomonedas a una nueva dirección y comenzó un proceso de lavado de dinero, realizando transacciones sospechosas y moviendo los fondos a través de plataformas de préstamos descentralizadas como Aave.
Los investigadores señalaron que estas transacciones tenían como objetivo dificultar el rastreo de los activos, dispersando los fondos en diferentes carteras antes de transferirlos a exchanges.
Devolución de las criptomonedas por el hacker
La decisión del hacker de devolver la mayor parte del monto robado sorprendió a los analistas y a las autoridades, quienes todavía están tratando de entender las motivaciones detrás de este acto de restitución parcial.
Una posible teoría sugiere que la presión de las investigaciones y el aumento de la vigilancia sobre las direcciones de criptomonedas vinculadas a actividades ilícitas pudieron haber llevado al hacker a devolver el valor, en un intento de evitar complicaciones legales futuras.
Este caso pone de relieve los desafíos que enfrentan las autoridades para garantizar la seguridad y la integridad de los activos digitales confiscados. Aunque el gobierno recuperó gran parte de los fondos, el incidente expone vulnerabilidades en la protección de criptomonedas mantenidas en carteras digitales oficiales.