El mercado de criptomonedas atraviesa un periodo de fuerte turbulencia. Bitcoin, su principal termómetro, alcanzó niveles de precio no vistos desde junio, arrastrando consigo una amplia gama de activos digitales. Entre los más afectados se encuentran las memecoins, cuyo valor total ha caído casi un 50% en lo que va del año.
El panorama para estos activos, conocidos por su volatilidad y su atractivo cultural, es de caída generalizada. Shiba Inu (SHIB), uno de los veteranos del segmento, bajó a su nivel más bajo en casi 21 meses, un precio no visto desde febrero de 2024. Otros, como Pepe (PEPE) y Popcat (POPCAT), retrocedieron a niveles de hace 18 meses. Incluso Dogecoin (DOGE), la moneda meme original, no salió ilesa y se negocia en mínimos de aproximadamente cuatro meses.
«Todo el mercado está a la baja y los memes son criptomonedas apalancadas», explicó Ogle, cofundador seudónimo del ecosistema Glue, en una entrevista con Sherwood News. «Así que, cuando BTC sube, es común que los memes suban 10 veces más rápido. Si BTC cae, también es común que los memes caigan 10 veces más rápido», agregó.
Memecoins tradicionales se desploman
Analistas señalan que la crisis actual va más allá de una simple fluctuación cíclica. Kelly Ye, subdirectora de inversiones del Avenir Group, destaca cambios estructurales en el apetito de los inversores.
«Inversores de largo plazo, motivados por la creencia en la teoría del ciclo de cuatro años de Bitcoin, siguen deshaciéndose de sus posiciones hasta fin de año, aumentando la presión sobre el sentimiento de riesgo en general», dijo Ye. «Al mismo tiempo, las acciones —especialmente las relacionadas con la inteligencia artificial y las empresas de criptomonedas que cotizan en bolsa con ingresos tangibles— están atrayendo liquidez y la atención de los inversores, desviándolas de los tokens basados únicamente en narrativas».
La caída ha generado una cautela persistente que ha reducido la demanda especulativa, mientras que «la adopción masiva ha redirigido el foco hacia negocios de criptomonedas con casos de uso reales y modelos de ingresos sostenibles, en lugar de activos impulsados por memes», añadió Ye.
A pesar del momento desfavorable, algunos ven resiliencia en el concepto de las monedas meme. Ogle hace una analogía particular:
«Siempre que haya una persona que crea en la moneda, no está muerta y puede volverse viral nuevamente en cualquier momento».
Esta perspectiva sugiere que el valor de estos activos está intrínsecamente ligado a su comunidad y a su capacidad de generar participación, lo que podría permitirles resurgir en un nuevo ciclo de optimismo.
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Maxi Doge (MAXI): preventa en ascenso
En contraste con la desvalorización general, nuevos proyectos buscan captar la atención del mercado. Es el caso de Maxi Doge (MAXI), un token meme inspirado en Dogecoin, pero con una temática centrada en la “cultura del esfuerzo” y la motivación fitness, posicionándose como una versión “musculosa” del DOGE.
Lanzado el 30 de julio de 2025, el proyecto Maxi Doge ($MAXI) se encuentra en fase de preventa. En su lanzamiento, comenzó a venderse a un precio de USD 0,00025 por token. Un aspecto diferencial es que el proyecto utiliza el mecanismo clásico de aumento progresivo de precio en las preventas, con incrementos automáticos a medida que se alcanzan nuevos hitos de recaudación. Con la preventa cerca de alcanzar los USD 4 millones, este mecanismo hace que el precio de Maxi Doge no deje de subir.
De este modo, quienes compraron Maxi Doge el día del lanzamiento ya obtuvieron una ganancia del 6,6%. El éxito del proyecto demuestra que, incluso en medio de un “invierno cripto”, la búsqueda del próximo fenómeno viral sigue en pleno auge.
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