Ripio anunció el lanzamiento de la primera tarjeta de crédito de finanzas descentralizadas (DeFi) del mundo, en colaboración con Visa. El anuncio se realizó durante el Modular Summit, celebrado en São Paulo, y representa un hito para el sector de las finanzas descentralizadas (DeFi).
Según el CEO de Ripio, Sebastián Serrano, el nuevo producto permitirá a los usuarios acceder al ecosistema DeFi de manera simplificada y práctica, sin la necesidad de interactuar directamente con los protocolos técnicos.
“Nuestro objetivo es ofrecer una experiencia similar a otras aplicaciones móviles, donde los protocolos DeFi y el dinero programable funcionen en segundo plano, pero de forma simple, sin requerir que el usuario firme múltiples transacciones”, explicó Serrano.
La nueva tarjeta de crédito, llamada “Tarjeta de Crédito On-Chain”, permitirá a los usuarios mantener sus criptoactivos como garantía, facilitando el acceso a crédito dentro del sistema de finanzas descentralizadas.
Tarjeta de Crédito DeFi de Ripio
El diferencial de la tarjeta lanzada por Ripio radica en su integración con el universo DeFi. Según Serrano, el usuario podrá utilizar sus criptoactivos como garantía para obtener crédito de forma instantánea y automatizada.
“Cuando el usuario realice una compra, el sistema solicitará automáticamente un préstamo a un protocolo DeFi, intercambiando los criptoactivos por moneda local para completar la transacción”, afirmó.
Este sistema elimina la necesidad de vender manualmente los activos digitales y permite que el usuario mantenga sus inversiones mientras utiliza el crédito.
Ripio está desarrollando un protocolo propio, llamado Capify, basado en la tecnología Compound, uno de los principales protocolos DeFi del mercado. Según destacó el CEO de Ripio, el enfoque es garantizar más seguridad y solidez al sistema. Además, el objetivo es minimizar los riesgos de vulnerabilidades comunes en los protocolos abiertos.
Serrano también resaltó las ventajas de DeFi en comparación con el sistema financiero tradicional, mencionando especialmente mercados como Brasil, donde las tasas de crédito son elevadas.