El pasado 7 de septiembre, Bitcoin cumplió 3 años de legalidad en El Salvador. Junto con el dólar, el activo digital es una moneda de curso legal en el país. Aun así, esta decisión económica sigue puesta en debate, ya que muchos salvadoreños tienen poco interés en su uso.
Tres años atrás
El 7 de septiembre de 2021, la asamblea legislativa del gobierno de Nayib Bukele aprobó la ley Bitcoin. Esto significó que ciudadanos, empresas e instituciones comenzaran a adoptar obligatoriamente la criptomoneda como forma de pago.
Este hecho fue un antes y después en la historia económica del mundo, ya que el país centroamericano se había convertido en el primer país del mundo en legalizar el Bitcoin.
Desde entonces, el oficialismo salvadoreño ha instaurado toda una infraestructura dedicada a la criptomoneda: cajeros por doquier e instituciones que cobran únicamente con Bitcoin, como el hospital para mascotas ChivoPet. También, en su momento, fue lanzada la billetera digital ChivoWallet que contó con un fondo inicial de 30 dólares en Bitcoin, pagados con fondos públicos, para todo salvadoreño mayor de 18 años, pero el proyecto no despegó.
La criptomoneda vigente, pero sin uso
El Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) estudió el comportamiento de los ciudadanos con la cripto. En un informe del año 2023 determinó que 8 de cada 10 salvadoreños no utilizaron la criptomoneda. Por otro lado, menos la mitad de los encuestados se mostraron desacuerdo con que el Estado utilice fondos públicos para ello.
Desde el inicio de este proyecto económico, el gobierno de El Salvador ha gastado alrededor de 400 millones de dólares en la operatividad de la criptomoneda, entre esto, la compra de monedas. Una información que no puede cotejarse porque se encuentra bajo reserva.
A esto hay que sumar la aceptación de Bitcoin en los comercios, quien se estrelló contra la realidad por el desconocimiento en el área. Esto perjudicó el movimiento común de la criptomoneda, ya que por falta de información la gente prefiere usar el dólar.
Los encuestados afirman que “casi nadie lo utiliza” y sostienen que es porque no saben cómo funciona en realidad la criptomoneda, haciendo hincapié en la falta de conocimiento en la industria criptográfica. Esto determina que el gobierno de Bukele no contempló la necesidad de capacitar a su pueblo en la materia.
Los pocos usuarios de la criptomoneda suelen hacer compras con Bitcoin en grandes cadenas de supermercados y restaurantes, según sondeos. También la usan para el pago de servicios en algunas entidades públicas.
Por otro lado, cabe destacar que el 50% de la población salvadoreña no tiene acceso a un empleo formal, por lo que tampoco podrían acceder al activo digital.
La justificación de Bukele
Nayib Bukele reconoce que los resultados del uso de Bitcoin no son los esperados. Sin embargo, afirmó que la legalización le dio a El Salvador “marca” y trajo nuevas inversiones y movimiento turístico.
Según datos del Ministerio de Turismo de El Salvador, en el año 2023 entraron 3,4 millones de turistas internacionales. Esto significó un aumento del 33 % de visitas en comparación con el año 2022.
Uno de los atractivos que buscan los turistas extranjeros son las playas de la costa salvadoreña, entre estas, playas surf donde casi todo puede pagarse con Bitcoin.
A nivel nacional, la adopción del Bitcoin en El Salvador sigue viéndose como una medida lejana a lo que el gobierno planteó desde un inicio: acercar a los salvadoreños que no se encontraban bancarizados a un sistema de manejo de fondos en formato digital.
Además, su legalización ha enfrentado obstáculos: no ha sido bien recibida por organizaciones crediticias internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aceptó el pasado 4 de abril que el Bitcoin es “clave” para las conversaciones que está teniendo con el gobierno salvadoreño en torno a un préstamo por 1.300 millones de dólares.