El Banco de Corea suspendió temporalmente su proyecto de moneda digital del propio banco (CBDC). La iniciativa, que había avanzado con una prueba piloto, se detuvo en el marco de nuevas discusiones regulatorias.
Suspensión por tres meses
Un funcionario del Banco Central coreano confirmó la suspensión que, según se prevé, será de tres meses. Previo a eso, la hoja de ruta implicaba la integración de la moneda digital en alianzas con entidades bancarias clave, lo que auguraba un futuro prometedor para el won digital en Corea del Sur.
Se esperaba que la primera etapa del proyecto piloto concluyera este mes, según los informes. Cabe resaltar que el país había ganado notoriedad en Asia y el mundo como uno de los mercados más activos en la experimentación de monedas digitales nacionales y Blockchain.
Los cambios regulatorios tras la llegada de Lee
El marco regulatorio frente a las criptomonedas está en revisión desde la asunción al poder del nuevo presidente surcoreano, Lee Jae-myung. El mandatario prometió promover las stablecoins con paridad en el won coreano e impulsar un mercado local de monedas estables, con el objetivo de prevenir la fuga de capitales. También busca fortalecer la economía digital en el país.
Jae-myung, quien asumió la presidencia el 4 de junio, centró su campaña en propuestas dirigidas a usuarios de criptomonedas, comprometiéndose a respaldar la innovación tecnológica y un mercado robusto de stablecoins.
El presidente y su partido buscan establecer un marco legal seguro y transparente que abra espacio para nuevos actores en el sector digital. También busca ofrecer a las empresas privadas la posibilidad de ofrecer medios de pago digitales estables y regulados. Este marco incluiría un régimen de licencias y un conjunto de requisitos para los posibles emisores de monedas estables.
El auge de las stablecoins, en contraste con el tradicional modelo de CBDC gestionado por el Banco Central, plantea una competencia entre alternativas digitales para el won.
Esta dinámica refleja también una respuesta del gobierno a las críticas que la CBDC ha enfrentado por parte de la población, sobre todo en términos de privacidad y vigilancia estatal.