En medio de un auge global de la minería de criptomonedas, Malasia enfrenta una creciente economía paralela. Operadores ilegales de miner[ia de criptomonedas se aprovechan vacíos regulatorios y la falta de control estatal. Según un informe reciente de la Access Blockchain Association of Malaysia, la minería ilícita de Bitcoin y otras criptomonedas se ha disparado, generando pérdidas millonarias y frenando el desarrollo de un sector que podría ser clave para la economía local.
De acuerdo con el documento, el mercado global de criptominería alcanzará los 5.130 millones de dólares en 2025, lo que representa un crecimiento del 110 % respecto a 2023. No obstante, la ausencia de una regulación clara y la continua sustracción de electricidad por parte de actores no registrados podrían impedir que Malasia se beneficie de esa expansión.
Entre 2020 y septiembre de 2024, la empresa eléctrica estatal Tenaga Nasional Berhad (TNB) reportó pérdidas por 441,6 millones de ringgit (alrededor de 104 millones de dólares), atribuidas principalmente al robo de electricidad vinculado a la minería ilegal. Estas cifras se suman a un historial preocupante: entre 2018 y 2021, el perjuicio fue de 2.300 millones de ringgit.
El informe subraya que este fenómeno podría transformarse en una fuente legítima de ingresos, si se logra incorporar parte de esa actividad a la economía formal. En otras palabras, la energía robada podría convertirse en impuestos recaudados por el Estado y ganancias para la red eléctrica, siempre que se establezca un entorno regulado y con incentivos adecuados.
“La formalización de esta actividad transformaría la energía robada en ingresos legítimos para TNB y generaría ingresos imponibles para el Gobierno”, apunta el documento.
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Operadores legales buscan regulación para minería de Bitcoin
A pesar de las pérdidas y del crecimiento del mercado, el ecosistema malasio de minería aún opera bajo incertidumbre. A pesar de la percepción oficial de que la minería legal en Malasia es escasa, el informe desmiente esta idea. Según la ABCM, existen operadores legales de mediana y gran escala que actúan con discreción debido al temor a ataques cibernéticos, robos físicos y cambios regulatorios imprevistos.
Compañías como Hatten Land ya han iniciado asociaciones estratégicas con actores como Hydra X y Frontier Digital Asset Management en la región de Melaka. Estas alianzas, que implican miles de plataformas de minería, apuntan al potencial del país para atraer inversiones si logra establecer condiciones regulatorias más estables.
Con abundante energía hidroeléctrica, buena conectividad a Internet y experiencia en finanzas, Malasia se encuentra en una posición estratégica para capitalizar el crecimiento de la industria. Actualmente, el país representa entre el 2,5 % y el 3 % de la tasa global de hash de Bitcoin, ubicándose entre los primeros ocho del mundo.
Sin embargo, la Comisión de Valores, que regula las plataformas de intercambio de criptomonedas, aún no ha establecido un marco legal específico para la minería. Esta falta de orientación deja a muchos operadores en una zona gris y limita las posibilidades de inversión extranjera en el sector.
El informe propone varias recomendaciones concretas. Entre ellas, la creación de una licencia específica para actividades mineras, la implementación de tarifas verdes que favorezcan el uso de energías limpias, el cierre de lagunas legales que permiten el robo de electricidad y el diseño de modelos de negocio compatibles con la sharia.