Por primera vez desde su creación, la Fundación Ethereum anunció esta semana el despido de empleados. Este cambio sorprendió a la comunidad cripto y generó debates sobre centralización, liderazgo y la dirección técnica del ecosistema.
El 2 de junio, la fundación comunicó una reestructuración en su equipo de Investigación y Desarrollo (I+D). Ahora renombrado como el equipo “Protocolo”, la unidad pasó por una reconfiguración estratégica.
Además, la fundación destacó que el cambio no solo implica nombres y cargos, sino que representa un giro en el enfoque institucional en medio de críticas acumuladas durante los últimos años. Según la propia fundación, el objetivo es concentrar los esfuerzos en tres frentes principales: la escalabilidad de la red principal (N1), el avance de la tecnología de blobs para una mayor disponibilidad de datos y la mejora de la experiencia del usuario (UX).
Para liderar esta nueva etapa, fueron nombrados Tim Beiko, Ansgar Dietrichs, Alex Stokes, Francesco D’Amato, Barnabé Monnot y Josh Rudolf, con el apoyo de Dankrad Feist, conocido por desarrollar el concepto de danksharding. Sin embargo, esta reestructuración también conllevó recortes en el equipo. La Fundación Ethereum confirmó la salida de alrededor de una docena de profesionales de I+D, lo que representa la primera ola de despidos en la historia de la institución.
- Lee también: Stablecoins alcanzan los US$ 250 mil millones en valor de mercado y entran en una nueva fase de crecimiento global
Nueva fase de la Fundación Ethereum
La fundación calificó la decisión como “dolorosa, pero necesaria”, e instó a otros proyectos del ecosistema a contratar a los empleados despedidos. Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. Peter Szilagyi, uno de los desarrolladores más respetados de Ethereum, afirmó que la palabra “descentralización” desapareció silenciosamente del camino del proyecto.
Además, otros miembros de la comunidad, como Kyle Samani y Miles Jennings, también cuestionaron la gobernanza de la Fundación Ethereum y el modelo fundacional en general.
De este modo, defienden que el modelo actual debe ser reemplazado por una estructura más transparente, eficiente y alineada con los incentivos del mercado. Jennings, de a16z, fue más allá: sugirió que el futuro de Ethereum exige empresas ágiles, con metas claras e incentivos sólidos para los colaboradores.
Las críticas no surgieron de la nada. En los últimos años, voces internas como las de Eric Conner y Danny Ryan señalaron problemas como opacidad, lentitud, pérdida de enfoque técnico y desconexión con la comunidad. Ambos dejaron la fundación, al igual que otros nombres importantes como Peter Szilagyi, quien también se apartó.
A pesar de los recortes, la Fundación Ethereum sigue contratando. Entre los nuevos cargos abiertos se encuentran responsables de la experiencia del usuario y de ingeniería de rendimiento, lo que indica que la fundación aún busca renovar su base técnica.
Además, la Fundación Ethereum también está intentando acercarse a nuevas tendencias. Contrató a Devansh Mehta como jefe de gobernanza de IA y nombró a dos nuevos codirectores ejecutivos: Hsiao-Wei Wang y Tomasz Stańczak. Ambos tienen una larga trayectoria en el desarrollo de Ethereum.