México es otro de los países en Latinoamérica con mayor adopción de criptomonedas -según Chainalysis-, con un crecimiento fintech exponencial.
Sin embargo, además del crecimiento de las criptomonedas en el uso cotidiano, Ciudad de México se considera la capital del criptoturismo redefiniendo no solo las formas de ver el turismo sino sus hábitos de consumo.
¿Por qué Ciudad de México es la capital del cripto-turismo?
Hay muchos factores que definen a la metrópoli mexicana como la capital del cripto-turismo. En principio, es punto neurálgico de Binance Pay, una de las plataformas de pagos con cripto más grandes del planeta, y Travala, el referente en viajes que abrazó la Web3. Ambos pusieron a Ciudad de México en el mapa cripto y turístico.
Sus datos recientes no mienten: la capital mexicana no solo es el destino número uno en Latinoamérica para aquellos que deciden viajar con sus activos digitales, sino que incluso se cuela en un selecto top 5 global de ciudades cripto-amigables, solo superada por pesos pesados como Dubái, Bangkok, Londres, Tokio y París.
En los últimos años, la ciudad invirtió mucho dinero en conectividad y desarrollo tecnológico, facilitando a los criptousuarios el uso de los activos digitales. Esto permite a la capital mexicana ser más amigable con las criptomonedas y también con los turistas que la usan.
En Ciudad de México se aceptan pagos con activos en la gran mayoría de los comercios, restaurantes pequeños, hoteles y servicios, facilitando que el viajero pueda moverse y consumir sin depender exclusivamente del dinero fiat. Este ambiente permite que Bitcoin o Ethereum no sean solo activos de inversión, sino herramientas prácticas de pago, valorando la libertad financiera y la flexibilidad.
Los datos que confirman el hecho
La definición de capital criptoturistica deriva de los últimos datos conjuntos entre Binance Pay y Travala, quienes confirman que los viajeros que utilizan sus criptoactivos desembolsan 2.5 veces más por viaje que aquellos que se aferran a las monedas tradicionales.
Esta diferencia, lejos de ser trivial, evidencia un mayor poder adquisitivo dentro de la comunidad cripto y una propensión a ser más espontáneos en sus decisiones de viaje, reservando con menos anticipación. Esto convierte a los “cripto-turistas” en un segmento de mercado sumamente atractivo y lucrativo para la industria de viajes.
El uso cotidiano de activos en Ciudad de México es una puerta de entrada a los criptoturistas, y este hito marca un precedente para lograr una nueva corriente dentro de la industria del turismo.
La política gubernamental de la ciudad muestra que la flexibilidad, la tecnología y el poder adquisitivo de esta nueva generación de viajeros son las claves para posicionarse como un destino global de primer nivel, pese a que todavía es una fracción relativamente pequeña del turismo global.
