El uso de criptomonedas para pagar viajes está ganando terreno en el mercado global, según datos publicados por Binance Pay y la plataforma de reservas Travala. Las cifras reflejan un crecimiento notable en la adopción cripto dentro del sector turístico desde 2018.
En 2023, Travala procesó reservas por valor de 45 millones de dólares (unos 41,5 millones de euros) pagadas con criptomonedas. En 2024, ese número se disparó a 80 millones de dólares (aproximadamente 74 millones de euros), lo que representa un incremento del 78% en comparación con el año anterior.
Hasta mayo de 2025, cerca del 80% de las reservas realizadas en la plataforma se efectuaron utilizando criptoactivos. La facturación bruta total de Travala alcanzó los 103,3 millones de dólares (cerca de 96 millones de euros). Este crecimiento ha sido impulsado principalmente por Binance Pay, que se ha consolidado como el principal método de pago externo de la plataforma, superando incluso a opciones tradicionales como tarjetas bancarias y servicios como Apple Pay.
Usuarios cripto gastan más y son más fieles
Más allá del aumento en pagos con criptomonedas, Travala ha detectado un perfil demográfico específico entre los viajeros que optan por esta tecnología. Estos usuarios gastan en promedio 1.211 dólares por reserva (unos 1.125 euros), en comparación con los 469 dólares (435 euros) de media cuando se paga con moneda fiduciaria.
Además, tienden a reservar con solo 11 días de antelación y muestran una tasa de fidelidad 57% mayor que los usuarios que pagan por métodos tradicionales, al repetir destino con mayor frecuencia.
Entre los destinos más populares para los viajeros que pagan con criptomonedas en 2024 destacan Dubái, Bangkok, Londres, Tokio y París —todos ellos con infraestructuras digitales avanzadas y una actitud favorable hacia la criptoeconomía. Lisboa, Barcelona y Ciudad de México, considerados hubs de nómadas digitales, también figuran entre los preferidos por los usuarios de Travala.
Este repunte confirma que la adopción de criptomonedas va más allá del universo financiero y empieza a consolidarse en sectores como el turismo, que cada vez valora más la rapidez, seguridad y descentralización en los métodos de pago.