A medida que Estados Unidos se aproxima a las elecciones presidenciales del martes, 5 de noviembre, la industria de las criptomonedas está desempeñando un papel crucial en la financiación de las campañas políticas, tanto de Donald Trump como Kamala Harris.
Desde su introducción hace 15 años, las criptomonedas, especialmente Bitcoin, han evolucionado de ser una alternativa financiera a convertirse en un componente integral del sistema financiero estadounidense. Hoy, representan un 50% del gasto corporativo de los Comités de Acción Política (PAC, por sus siglas en inglés), lo que equivale a una recaudación de 183 millones de dólares, según datos de followthecrypto.org. Este nivel de financiamiento no es trivial, ya que influye directamente en las estrategias y mensajes de campaña de los principales candidatos
Criptomonedas: De alternativa a pilar financiero
Históricamente, los republicanos han recibido mayor apoyo de la industria de las criptomonedas, debido a la asociación de estas con una ideología libertaria que promueve la descentralización y la autonomía financiera. Sin embargo, los demócratas no parecen estar exentos de los PAC de activos digitales, quienes han pedido un mayor escrutinio de la industria, incluidos los riesgos financieros que plantea y sus tácticas de marketing.
Kamala Harris, quien representa a los demócratas en esta contienda, ha obtenido respaldo de ciertos sectores de la industria que buscan una supervisión regulatoria más sensata, equilibrando la innovación con la seguridad financiera. Esta vinculación se da a partir de que el presidente demócrata, Joe Biden, tomó medidas para regularizar y supervisar los activos digitales.
Elecciones definidas por la lucha por libertad financiera
La próxima administración, sea cual sea, tendrá la responsabilidad de definir el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos. Con 50 millones de estadounidenses poseyendo activos digitales, los llamados «criptovotantes» se han convertido en un grupo demográfico clave. Estos votantes valoran principios como la descentralización, la transparencia y la inclusión financiera, aspectos que podrían influir significativamente en la política económica del país.
Tras esto, la inclinación estadounidense por los ideales libertarios se cruza ahora con la lucha por el futuro de los activos digitales. La tendencia política es cada vez más favorable a una regulación sensata vigilando tanto sus usos delictivos como sus prácticas de marketing. Para esto deberán contar con numerosos proyectos de ley favorables a las criptomonedas que circulen por el Capitolio.