El pasado martes (4), el Senado de Estados Unidos votó a favor de revocar una norma que imponía nuevas exigencias a las plataformas de finanzas descentralizadas (DeFi). Con un resultado de 70 votos a favor y 27 en contra, la decisión fue celebrada como una victoria para la industria cripto.
La norma, impulsada por el Servicio de Impuestos Internos (IRS), fue presentada en diciembre de 2024 durante la administración de Joe Biden. Su objetivo principal era clasificar las plataformas DeFi como «brókeres» bajo la legislación fiscal de EE.UU.
De haber sido aprobada, la medida habría obligado a las plataformas DeFi a reportar datos detallados de todas las transacciones de sus usuarios, incluyendo ingresos brutos. Con ello, la norma buscaba equiparar estas plataformas con las instituciones financieras tradicionales, argumentando la necesidad de reducir la evasión fiscal y establecer reglas similares a las de los exchanges centralizados.
Sin embargo, legisladores y expertos criticaron la propuesta por no considerar la naturaleza descentralizada del DeFi.
Intento de aplicar normas antiguas a una tecnología nueva
A diferencia de bancos o exchanges centralizados, las plataformas DeFi operan mediante contratos inteligentes y no cuentan con una entidad que pueda recopilar y reportar datos de usuarios. Para muchos, la norma representaba un intento ineficaz de aplicar regulaciones tradicionales a una tecnología emergente.
El senador Ted Cruz, uno de los principales opositores de la norma y líder en su revocación, calificó la propuesta de «inviable» y afirmó que reflejaba una falta de comprensión sobre cómo funciona el DeFi.
«La administración anterior o no entendió la innovación de los activos digitales o simplemente no supo cómo regularlos de manera efectiva«, declaró Cruz.
La revocación de la norma fue respaldada por una coalición bipartidista y recibió el visto bueno del nuevo gobierno de Donald Trump, que ha mostrado una postura más favorable hacia las criptomonedas. Desde la Casa Blanca se celebró la medida como una reversión de un «ataque de última hora» contra el sector. Por su parte, el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, destacó la decisión como un paso para «restaurar la libertad financiera».
El sector DeFi celebra la decisión
La comunidad cripto considera que la decisión del Senado alivia la presión sobre el sector, ya que la norma del IRS podía sofocar la innovación y empujar el desarrollo de criptomonedas fuera de EE.UU. La Blockchain Association, entidad que defiende los intereses de la industria, advirtió que cumplir con los requisitos propuestos habría sido prácticamente imposible para muchas plataformas DeFi, lo que habría puesto en riesgo el crecimiento del ecosistema.
Kristin Smith, CEO de la asociación, describió al Congreso actual como «el más favorable a las criptomonedas hasta la fecha» y afirmó que la decisión podría allanar el camino para reformas más amplias, como la regulación de las stablecoins y la creación de un marco normativo más claro para el mercado. No obstante, destacó que el desafío será equilibrar la innovación con la transparencia y la responsabilidad.
¿Y ahora qué?
Si bien la revocación de la norma fue bien recibida por el sector DeFi, también ha generado preocupaciones sobre la responsabilidad fiscal. Estimaciones indican que esta decisión podría costarle a EE.UU. alrededor de 3.900 millones de dólares en ingresos tributarios durante la próxima década.
Por otro lado, los defensores del DeFi sostienen que el crecimiento del sector podría aportar un valor económico aún mayor a largo plazo. Sin embargo, críticos como Mike Kaercher, del Tax Law Center de la Universidad de Nueva York (NYU), advierten que la falta de regulación podría hacer que el mercado de criptomonedas sea más opaco y dificulte la lucha contra la evasión fiscal, el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
«La opacidad del DeFi, aunque atractiva para quienes defienden la privacidad, supone un desafío para los reguladores que buscan transparencia», señaló Kaercher.
