El precio de Bitcoin (BTC) sigue siendo un punto clave para los inversores, especialmente tras estabilizarse en torno a los $96,000 (€89,000). Según CoinGecko, la criptomoneda registró un aumento del 0.8% este miércoles (19 de febrero) y comenzó el día cotizando a $96,380 (€89,500).
Esta subida permitió a BTC alejarse del soporte de $95,000 (€88,200), un nivel que los analistas consideran crucial para definir su trayectoria a corto plazo. Según el analista Rafael Bonveti, de Bitget, otro nivel importante es $93,000 (€86,400), que podría marcar la tendencia futura de la criptomoneda.
«Los principales objetivos al alza incluyen el máximo del 3 de febrero en $102,530 (€95,300). En cambio, una ruptura por debajo del soporte en $93,630 (€87,000) podría llevar el precio a la zona de los $80,000 (€74,300)», explicó Bonveti.
Mientras tanto, un análisis reciente de Ki Young Ju, CEO de CryptoQuant, destaca otro factor relevante: el costo base de adquisición de Bitcoin. Es decir, el precio al que diferentes grupos de inversores han comprado BTC a lo largo del tiempo, lo que ayuda a entender hasta qué punto podrían tolerar pérdidas.
El soporte de $95,000 es clave para Bitcoin
Según un tuit publicado este miércoles, Young Ju detalló los cuatro principales grupos que participan en las grandes operaciones de Bitcoin:
- ETFs y monederos de custodia: $89,000 (€82,500) → Punto de entrada institucional
- Traders de Binance: $59,000 (€54,700) → Grupo relevante en el comercio minorista
- Empresas de minería: $57,000 (€52,900) → Históricamente, una ruptura de este nivel ha marcado mercados bajistas
- Ballenas antiguas: $25,000 (€23,200) → Soporte a largo plazo no probado
Estos valores indican hasta qué nivel BTC podría caer antes de que estas entidades comiencen a registrar pérdidas. Esto muestra que los inversores con mayores beneficios son aquellos que compraron Bitcoin hace más tiempo. En cambio, los institucionales están cerca de su punto de equilibrio, ya que entraron al mercado cuando el precio estaba en niveles más altos.
Las empresas mineras enfrentan mayor presión, ya que necesitan vender Bitcoin para cubrir sus costos operativos, como electricidad y mantenimiento de equipos. Por ello, si el precio de BTC cae por debajo del costo base de los mineros ($57,000), el mercado suele entrar en una fase bajista, como ocurrió en 2018 y 2020.
Aun así, empresas con grandes reservas de BTC no entran en esta estadística. De hecho, Michael Saylor, CEO de MicroStrategy, reafirmó su apuesta por la adopción corporativa del Bitcoin esta semana:
«La escasez de Bitcoin y la demanda institucional redefinirán las estrategias financieras a nivel global», afirmó Saylor.
Atención a los niveles clave
Con Bitcoin cotizando ligeramente por encima de $95,000, el mercado ha experimentado una liquidación de $340 millones en las últimas 24 horas. Sin embargo, todavía existe el riesgo de que el cierre semanal caiga por debajo de esta marca, lo que podría llevar a una fase de corrección.
Si BTC cae por debajo de la Área de Valor Mínima (VAL) de $93,300 (€86,700), esto indicaría una tendencia bajista sostenida y una posible prueba del soporte en $88,700 (€82,200). En este escenario, hay dos posibilidades: una fuerte caída o un repunte hacia nuevos máximos.
Posible long squeeze si BTC cae a $93,000
Si el precio de Bitcoin baja hasta $93,000, podría producirse un long squeeze, es decir, una liquidación masiva de posiciones largas (compras apalancadas). Esto podría llevar al BTC hasta $86,000 (€79,700).
No obstante, este nivel también se convertiría en un punto de interés para los traders de corto plazo, que podrían intentar una operación de rebote hacia los $100,000 (€92,700).
¿Camino a los $120,000?
La estimación de $120,000 (€111,300) como próximo objetivo del Bitcoin es conservadora para una nueva máxima histórica en el corto plazo. De hecho, algunos traders esperan que BTC alcance los $130,000 (€120,600) en febrero.
El escenario más optimista sugiere que BTC podría subir hasta $150,000 – $200,000 (€139,000 – €185,000) si el sentimiento alcista regresa al mercado y los inversores institucionales siguen aumentando sus posiciones.