Este lunes, 30 de diciembre, entra en vigor el Reglamento MiCA (Markets in Crypto Assets) en la Unión Europea, marcando un hito para el sector de las criptomonedas. Con esta legislación, la UE busca poner orden en un mercado que hasta ahora carecía de regulación y supervisión adecuada, y que, en su ausencia, ha sido escenario de múltiples escándalos financieros.
MiCA regula la emisión de stablecoins y criptoactivos, además de la gestión, intercambio y negociación de estos activos digitales. La normativa establece reglas claras para los proveedores de servicios de criptomonedas, como plataformas de compraventa y custodia, quienes deberán obtener una licencia del regulador de cada país. En el caso de España, será la CNMV quien supervise y autorice a las empresas del sector.
Entre las principales medidas que las empresas deberán cumplir, destaca la obligación de contar con sistemas sólidos de gobernanza y de presentar un «whitepaper» que detalle los riesgos y características de los criptoactivos que emiten. Además, deberán establecer políticas claras sobre precios, costos y comisiones, y garantizar que los fondos de los usuarios estén protegidos.
Para los usuarios, MiCA ofrece mayores garantías de seguridad, protegiendo tanto los fondos como los datos personales. Las plataformas también deberán ser transparentes y advertir sobre los riesgos asociados a las inversiones en criptoactivos.
Aunque los expertos coinciden en que la nueva regulación ayudará a profesionalizar el sector, también advierten que los proveedores más pequeños tendrán dificultades para cumplir con los requisitos burocráticos y de capital. Por otro lado, los bancos están cada vez más involucrados en el mercado de criptoactivos, y MiCA les proporciona un marco de seguridad que facilita su integración.
La industria ha recibido con optimismo la entrada en vigor de MiCA, ya que establece reglas claras que podrían atraer más inversión y facilitar la adopción de las criptomonedas a largo plazo.
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