Si Latinoamérica no es para principiantes, el tablero geopolítico y financiero global exige todavía más astucia —sobre todo cuando el propio presidente de Estados Unidos parece jugar ajedrez con los mercados. Así quedó demostrado esta semana, cuando Donald Trump anunció, en su red social, la suspensión de los aranceles que él mismo había impuesto días antes.
La decisión sorprendió a inversores y analistas, provocando una reacción inmediata. Las bolsas se dispararon, y el Bitcoin, que cotizaba en torno a los 78.000 dólares (unos 72.000 euros) en el momento del anuncio, saltó hasta los 82.000 dólares (unos 76.000 euros) en pocas horas. El mercado de criptomonedas en general también se impulsó, registrando una subida del 5% en las últimas horas.
Sin embargo, un mensaje pasó desapercibido para gran parte del público. Horas antes del anuncio oficial, Trump publicó una enigmática frase en su perfil: “Hoy es un gran día para comprar”, seguida únicamente por las siglas DJT, en referencia a Donald John Trump.
La publicación, que ya acumula más de 22.000 “me gusta” y 5.000 compartidos, no ofrecía contexto. Sin embargo, visto en retrospectiva, funcionó como una señal cifrada de lo que estaba por venir.
En 2020, varios tuits sobre empresas específicas provocaron oscilaciones bruscas en el mercado bursátil. En esta ocasión, su mensaje ambiguo tuvo un efecto directo sobre el mercado cripto.
El equipo político de Trump, a través de la cuenta oficial Trump War Room, amplificó el mensaje con una provocadora pregunta:
“¿Los estadounidenses en pánico siguieron el consejo de @POTUS esta mañana?”
Las reacciones en redes sociales fueron polarizadas. Algunos usuarios criticaron la forma en que Trump manejó la situación. Un seguidor preguntó: “¿Entonces hundiste el mercado sabiendo que ibas a revertir la decisión después?”, mientras que otro interpretó la jugada como una estrategia: “Trump creó el mayor apalancamiento financiero en EE.UU. en años”.
Un tercer usuario directamente acusó a Trump de manipular el mercado, llegando incluso a pedir su destitución. Por otro lado, un inversor celebró: “¡Nos dio CUATRO HORAS ENTERAS!”
En un primer momento, asesores de la Casa Blanca declararon que la reversión ya estaba planificada, describiendo la semana de aranceles como una “táctica de presión calculada”. Trump, sin embargo, ofreció una explicación más informal —y reveladora— durante un acto público con campeones de la NASCAR:
“Bueno, pensé que la gente se estaba poniendo un poco nerviosa”, dijo el presidente con una sonrisa. “Estaban exagerando —a diferencia de estos campeones aquí, porque tenemos un gran trabajo por delante”.
Y, como era de esperarse, no perdió la oportunidad de destacar su protagonismo:
“Ningún otro presidente habría hecho lo que yo hice. Ninguno. Y era necesario”. Luego añadió: “Hay que tener flexibilidad”, una frase que, dadas las circunstancias, sonó tanto a justificación como a advertencia de lo que podría venir.
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