Algunos países de África están adoptando los activos digitales mientras emergen actividades regulatorias al respecto. Esto está cambiando la cosmovisión de las economías africanas, ya que algunos de estos países se perfilan como centros de criptoactivos.
El caso más visible es Sudáfrica, al que también se lo considera como la puerta de entrada al resto del continente. “Sudáfrica tiene buen Estado de derecho y un poder judicial independiente. Es fácil abrir una empresa en ese país”, detalló el director de marketing de VALR, un exchange de criptomonedas con sede en Johannesburgo.
Sudáfrica es el primer país africano en autorizar los exchanges de criptomonedas. En 2021, exploró un marco regulatorio separado para los activos digitales, con planes aún en marcha para 2022, ya que apuntaba a regulaciones finales ese año.
En abril de este año, la Autoridad de Conducta del Sector Financiero (FSCA) de Sudáfrica concedió nuevas licencias de proveedor de servicios de criptoactivos a VARL. Se prevé que para este año los ingresos en el mercado sudafricano de criptomonedas alcancen los USD 246 millones en 2024 y muestren una tasa de crecimiento anual compuesta del 7.86%.
Previo a esto, en marzo, el FSCA había autorizado otras 59 licencias de proveedores. En ese momento, aún se estaban tramitando 262 solicitudes de un total de 355 solicitantes. Desde VARL esperan que estas regulaciones sigan madurando, ya que comparan el régimen regulador de Sudáfrica con el de Dubai.
El país africano avanza en regulaciones tecnológicas como Inteligencia Artificial (IA) que permita una Ley de IA en Sudáfrica en los próximos meses.
Por otro lado, el mercado AgriDex, con sede en Solana, facilitó un comercio agrícola transfronterizo entre un productor sudafricano y un importador londinense. El importador pagó más de doscientas botellas de aceite de oliva virgen extra y varias cajas de vino procedentes de una granja y viñedos sudafricanos. AgriDex hizo posible el pago a través de la cadena de bloques Solana, cobrando solo un 0.15% a cada parte de la transacción, frente a las tarifas mucho más elevadas típicas de los métodos de pago tradicionales.
Respecto a VALR, el 70% de transacciones operadas en criptomonedas a través del exchange procede de instituciones y clientes corporativos que buscan cubrir riesgos y operar. VALR presta servicio a más de 1,100 inversores corporativos y profesionales y a más de 850,000 operadores de todo el mundo. El crecimiento exponencial de la empresa se da tanto en territorio africano como en Asia.
“Sudáfrica es uno de los centros de activos digitales más importantes del mundo, no sólo por su proactiva postura reguladora, sino también por ser una de las tres economías más avanzadas de África en términos de productividad, infraestructuras y voluntad de innovación”, concluyó el director de VALR.
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